¿Sabías que el nombre del Pacharán viene del Euskera? Sí, claro que lo sabías. Y si no lo intuías. O lo imaginabas. Pero quizás no sepas cuál es su origen. Porque la palabra pacharán no procede del euskera antiguo y su historia es la misma para euskera y castellano.

Busquemos su origen. Para ello primero podemos pensar con qué palabras describiríamos el pacharán desde el inicio de su consumo. Quizás resulte más fácil encontrarlas si tratamos de describir su proceso de elaboración ya que éste, muchas veces, establece el nombre de un nuevo producto.

Para hacer el Pacharán maceramos endrinas en anisado. Y el anisado hace muchos años tenía un grado más alto y se consideraba un aguardiente; de hecho lo era: un aguardiente endulzado con algo de azúcar y aromatizado con semillas de anís para ocultar algún defectillo en su destilación.

Por tanto, aguardiente y endrinas. Aguardiente de endrinas. ¿Y sus nombres en euskera? Pattar y Arán. Pattar arán.

Aquí ya vamos viéndolo más claro. Sobre todo si sabemos cuál es el sonido con el que se pronuncia Pattar en euskera. Sí, algo muy parecido a pachar, pero que podríamos representar mejor como patzar; está claro que aunque resulta cercano no es idéntico al sonido de pacharán, que también sabemos todos que en euskera lo escribimos patxarán.  Entonces, si este es su origen, ¿porqué no escribimos pattarán en euskera?

La explicación la encontramos hace más de 600 años, cuando el Pacharán comenzó a ser popular. La gente de los pueblos de Navarra lo llamaban pattar aran, Pattaran. Pero pronuncian algo parecido a Pacharán.

Por ello cuando se escribe el nombre en Castellano (en aquellos años era más habitual escribir en Castellano que en Euskera) se escribe como se pronuncia, Pacharán. Y al escribirlo más tarde en Euskera ocurrió lo mismo, se escribió de la forma más cercana a la forma en que se escuchaba y ya se leía en castellano: Patxarán.