ESTIMACIÓN DE COSECHA
10 Jul 2021
En estos días de principios de verano ya hemos de planificar nuestra próxima recogida de endrinas. Sí, aunque nos parezca pronto pensar en la vuelta al cole, el inicio del curso y el final de las vacaciones porque todavía ni siquiera nos hemos marchado, nuestra atención ya está puesta en las fincas de endrinos.
Desde marzo, cuando fue la llamativa floración y el cuajado de las flores, las pequeñas endrinas van creciendo en el árbol condicionadas por la meteorología. El sol, la lluvia, el viento y la temperatura influyen directamente en el desarrollo de los arañones con el que elaboraremos Zoco en el próximo otoño.
Y así, entre los amaneceres agradables de los días más largos del año, recorremos las fincas de Dicastillo, Mues o Sesma estimando la cantidad de endrinas que recogerán nuestros agricultores. Se prevé un buen año con abundante cosecha, serán miles de kilos que en esta primavera escasa en lluvias apuntan a una calidad buena, como la que siempre tiene Zoco.
Y es que la diferencia entre las noches frescas y los días calurosos que caracterizan el clima en esta parte del valle del Ebro resultan claves para una óptima maduración de las endrinas. En apenas un mes empezarán a colorearse de tonos azabaches que se tornarán con el paso del tiempo en azulados y añiles. Colores que a la postre, tras la cosecha y maceración, darán a Zoco ese rojo tan intenso, brillante y atractivo.
Para llegar a la época de recolección todavía deberemos esperar con paciencia que el sol y el viento acaricien las endrinas y que el bravo clima navarro no nos castigue con el temido granizo ni otros contratiempos. Es la parte incontrolable, pero a la vez emocionante, de este trabajo, de los que siempre miramos al cielo con confianza y esperanza.