

EL PACHARÁN, ¿FRÍO O CON HIELOS?
16 Jun 2021
Llega el verano y nos llega la misma pregunta que otros años: ¿cómo debemos tomar el pacharán, frío o con hielo?
Si nos fijamos en la costumbre de Navarra nos encontramos que, en muchas ocasiones, nos sirven la copa fría: al haber bastante consumo tanto en la hostelería como en las casas, el pacharán está en la cámara o frigorífico y ya está frío. Y claro, si ya está frío, ¿para qué añadirle hielos?
Porque tenemos claro que la única misión del hielo es enfriar la bebida. Por eso si llegamos a un bar en el que la botella de Zoco está en la estantería evidentemente pediremos que nos lo sirvan con unos hielos. Sí, unos hielos: nada de escatimar o pedir un solo hielo como con vergüenza: el hielo tiene que enfriar el pacharán y, por ello, cuanto más hielo pongamos más frío le estamos añadiendo.
Lo mejor es visualizarlo así: el hielo es el frío. Cuanto más hielo añadimos, más frío está nuestro Zoco. Claro, os daréis cuenta de que, también, cuanto más frío esté el hielo más frío añadimos. Por ello lo mejor es sacar el hielo de la cámara o congelador cuando vamos a servirlo: de esta forma el hielo está a -20 grados. ¿Qué ocurre si lo mantenemos en la cubitera? El hielo va subiendo su temperatura y enfriará menos el pacharán.
Seguro que todos hemos vivido – y bebido – esta experiencia: pedimos una copa con hielo y el camarero trata de pescar unos cubitos de hielo que nadan en el agua de la cubitera. El agua de la cubitera, por supuesto, procede de los hielos que, como llevan tiempo en ella, han aumentado su temperatura y se han comenzado a derretir. El camarero, muy concienzudo en su trabajo, consigue ponernos tres cubitos de hielo, completa la copa y, cuando llegamos a la mesa, prácticamente nada del hielo queda en nuestra copa. Que, además, no está especialmente fría… pero sí totalmente aguada.
Esta es la razón por la que hay quienes prefieren el pacharán frío y evitan el hielo: el hielo puede aguar la copa. Pero esto tiene remedio: porque para que nos agüe la copa el hielo tiene que calentarse hasta los cero grados, su temperatura de fusión. Sin embargo, si ponemos tres cubitos de hielo (sí, tres) recién sacados de la cámara (-20 grados) y los cubrimos de Zoco, durante el consumo de nuestra copa (unos 20 minutos si la tomamos a sorbitos) el hielo irá calentándose… pero no alcanzará los 0 grados y por ello no comenzará a disolverse.
Cuando terminamos la copa en ella se mantienen los hielos, aunque bastante menos fríos. Y claro, queremos una segunda copa: sólo un Zoco nos parece poco. En ese momento tenemos que vencer la tentación de decirle al camarero “Tranquilo, no te preocupes: sírveme sobre los mismos hielos”.