60 años de tradición

Desde 1956

60 años con Pacharán Zoco

A finales del siglo XIX la familia Velasco elaboraba licores en Viana (Navarra) y en 1926 Ambrosio Velasco presenta por primera vez sus productos en la Exposición General de Burdeos y en la Exposición Regional Agroalimentaria de Pamplona.

Entre esos licores por supuesto se encontraba el pacharán, aunque es en 1956 cuando se empieza a elaborar con el nombre de Zoco, la marca que conseguiría dar a conocer el pacharán navarro por toda la geografía española.

¡¡Llevamos 60 años elaborando nuestro pacharán Zoco!!

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Cualquiera podría pensar “qué aburrido, toda una vida haciendo lo mismo” Y sin embargo, mirando atrás, cuántos cambios hemos visto durante estos 60 años. Porque eran tan distintas las cosas hace 60 años, todo ha cambiado tanto que hemos tenido que hacer un continuo ejercicio de adaptación, de cambios… para poder seguir haciendo lo mismo, nuestro pacharán Zoco. Sí, ese podría ser el resumen de nuestra historia: adaptarse a los cambios de los tiempos… para seguir siendo el mismo.

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En los años 50 el pacharán ya era una tradición muy arraigada en Navarra y su entorno. Elaboración familiar, consumo fundamentalmente rural… Así se hacía en nuestro pueblo materno, Viana: desde siempre se salía al campo en septiembre a recoger endrinas… o arañones, como siempre les hemos llamado en nuestra tierra. Y así elaborábamos pacharán en nuestra familia, recogiendo arañones en los campos y elaborando cada año más pacharán para venderlo a aquellos que no lo elaboraban en casa… o que simplemente preferían el que nosotros preparábamos…

Poco a poco la gente iba reconociendo la calidad de nuestro pacharán y comenzaron a pedirlo y buscarlo. En ese momento nos dimos cuenta de que era necesario ponerle un nombre para que la gente lo reconociera y, también, para distinguirlo claramente de otros pacharanes sin marca. Así nació Zoco en 1956: arañones recogidos en el monte, elaboración tradicional… y el reconocimiento de los clientes.

Muchos años han pasado y hemos visto pasar tantas cosas… Con la rapidez e intensidad de los cambios en la economía, la ciencia, la sociedad parece que el pacharán no se ha movido… pero también hemos tenido cambios. El primero fue consecuencia de nuestro éxito: cada año fuimos necesitando más arañones porque nos pedían más pacharán, y sin embargo en Navarra no podíamos recoger más.

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Por eso en los años 60 tuvimos que organizar la recogida en León, Burgos, Soria, La Rioja, Huesca, Teruel… Qué años tan bonitos: recorriendo valles y pueblos del norte de España para organizar cuadrillas que salieran al monte, puntos en los que hacer acopio de lo recogido para pasar a recogerlo con nuestro pequeño camión, aquel viejo Barreiros con el que tantas cuestas subimos ¡¡a 30 por hora!!

Así seguimos hasta finales de los años 70. Entonces las cuadrillas fueron disminuyendo: los jóvenes se iban a trabajar a las ciudades, los mayores bastante hacían con hacerse cargo del campo… Y seguía subiendo la demanda de Zoco… Tuvimos que buscar otros sitios donde recoger arañones y lo encontramos en los países del Este de Europa: Rumania y Bulgaria.

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ue como volver a iniciar el proceso de la década anterior: había que organizar cuadrillas de recogida, puntos de entrega para cargar camiones frigoríficos… pero ahora ¡¡a 3.000 kilómetros de Navarra!!

Y así llegamos a los años 80 con el pacharán popularizado en toda España… pero elaborado con endrinas del este. ¡Esto no podíamos permitirlo! ¡Teníamos que volver a elaborar nuestro pacharán con arañones navarros! Para lograrlo pusimos en marcha una investigación para conseguir cultivar las endrinas: teníamos que “domesticar” la planta silvestre, el Prunas spinosa. Seleccionamos durante varios años las mejores plantas de endrinas de Navarra; para recordar su origen las bautizábamos con el nombre del término municipal: Ilundain, Berriozar…

Con las plantas seleccionadas comenzamos a intentar cultivarlas. ¡No se dejaban domesticar! El endrino es un arbusto silvestre que crece muy intrincado y no era apto para el cultivo. Pero nos quedaba otra técnica agronómica: el injerto. Tras numerosos ensayos encontramos que injertándolo en un patrón de ciruelo mirabolán (de su misma familia Prunus pero este sí domesticado como su nombre científico aclara: Prunus doméstica). Cualquiera podría pensar que habíamos inventado algo pero no: el injerto en este patrón es en realidad la forma de cultivo de todos los frutales de hueso: los melocotones y ciruelas que comemos cada verano se cultivan injertados en este mismo ciruelo mirabolán. Las variedades que se adaptaron bien al injerto (algunas morían a los dos o tres años) volvimos a seleccionar para quedarnos con las que mejor calidad de fruta nos daban… Al final del proceso habían transcurrido más de 10 años…

A mediados de los 90 ya teníamos cultivos de endrinas en Navarra. Y entonces tuvimos que aprender más cosas: cómo evitar enfermedades en los árboles, cuándo y cuánto regar los endrinos… Y sobre todo por fin pudimos controlar la maduración de los frutos sin riesgo: hasta entonces, como los endrinos del monte son “de todos” el único control de maduración que existía era “las endrinas para el que llega el primero” y claro, cada año habría alguien que las cogía antes. Sin embargo en nuestras fincas catamos periódicamente las endrinas desde inicio de septiembre y decidimos cuándo están suficientemente maduras para hacer nuestro pacharán. Y con los primeros resultados de los cultivos vimos claro nuestro proyecto y nos pusimos un objetivo: volver a hacer nuestro pacharán con el 100% de endrinas navarras.

Y para poder hacerlo «de cerca» en 1995 nos desplazarnos a Dicastillo, en Tierra Estella, al lado de las fincas en que cultivamos nuestras endrinas. Allí encontramos el entorno ideal para la elaboración de nuestro licor tradicional: la finca de 6 hectáreas totalmente amurallada del Palacio de la Condesa de la Vega del Pozo, espléndido palacio construido por Doña Maria Diega de Desmessieres y Sevillanos en 1890. Dentro de la finca amurallada cultivamos desde entonces parte de nuestros endrinos y elaboramos nuestro Pacharán Zoco.

Poco después, en 2009, obtuvimos el resultado a nuestros esfuerzos: pacharán Zoco volvió a ser elaborado sólo con endrinas navarras y, desde 2010, incluimos ese compromiso en las etiquetas de nuestro pacharán: elaborado con endrinas 100% navarras. Y así llegamos a nuestro 60 aniversario en 2016 como el Pacharán Navarro líder en ventas… y en compromiso con su origen: 100% navarro.

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